Aunque no está claro cuando comienza la relación entre el perro y el hombre……..las diversas teorías coinciden en determinar al perro como el primer animal domesticado por el hombre hace miles de años (probablemente por encima de 10.000 años) y desde este inicio a buen seguro que los hombres han tratado de aprovechar sus instintos y condiciones como ayudantes de cacería.
Por lo tanto, se podría decir que el adiestramiento de perros debió comenzar desde el primer momento en que se estableció la simbiosis entre ambas especies. No obstante el adiestramiento progresó durante siglos sin ningún tipo de base sólida y sistemática. Los conocimientos debían pasar de maestro a aprendiz y el avance habrá sido muy lento y desigual.
Se puede afirmar que los primeros trabajos técnicos están ligados a la utilización del perro en labores militares a comienzos del siglo XX en Alemania. Cabe destacar el manual de adiestramiento que publica el Coronel Konrad Most en 1910, donde ya parece comprender muchas técnicas conductistas antes incluso de que esta corriente se imponga unos años después en la psicología.
No obstante, la base del adiestramiento seguía siendo la habilidad o don innato de algunas personas para manejar y adiestrar perros. La intuición y manejo del adiestrador era lo importante para obtener buenos resultados y, con estas premisas, el avance del adiestramiento seguía siendo muy lento.
Todo cambia cuando en psicología triunfan las teorías conductistas de Watson, cuyos postulados populariza enormemente Skinner. Estos investigadores trabajan con animales, aunque pretenden generalizar sus hallazgos a todas las especies, incluida la humana. Su tema favorito de investigación será el aprendizaje y así formularán las leyes del aprendizaje conductista, de enorme relevancia dentro de su campo de estudio.
Es un colaborador de Skinner llamado Keller Brelland el primero en aplicar el condicionamiento operante al adiestramiento de animales fuera de las condiciones del laboratorio. Así fundan ABE (Animal Behavior Enterprises) en 1943, donde entrenan a decenas de miles de animales de más de 140 especies diferentes.
La aplicación del conductismo por fín aporta al adiestramiento una base científica y unos recursos que puede aplicar cualquier persona que adquiera las técnicas y habilidades para hacerlo. Dejamos de depender de la intuición y talento de unas pocas personas y el adiestramiento avanza con rapidez y base. Los perros se especializan en multitud de tareas y surgen infinidad de deportes caninos…….parecería que por fín se ha llegado a una meta y que comprendemos como funciona el aprendizaje.
Adiestramiento Cognitivo
Aunque el adiestramiento conductista supusiera un avance enorme y haya demostrado resultados fiables en multitud de especialidades caninas, algunos adiestradores modernos tratan de mejorar con la incorporación al adiestramiento de los nuevos conocimientos aportados por la psicología y la etología cognitiva.
Se puede decir que las leyes del aprendizaje conductista no han sido falseadas o revatidas, pero que si se han criticado por incompletas y matizado en muchos casos. Poco a poco la psicología fue abandonando el conductismo por la imposibilidad manifiesta de explicar el comportamiento humano solo con los eventos del entorno (refuerzos y castigos).
Pero las primeras críticas llegaron otra vez desde la investigación con animales. Los Breland, que habían trabajado con Skinner, enseguida empezaron a darse cuenta de situaciones en las que el condicionamiento operante no funcionaba tal y como lo había formulado Skinner (por ejemplo, a pesar de utilizar correctamente los refuerzos, no conseguían que un mapache introdujera monedas dentro de una hucha…..en lugar de eso el mapache frota con avidez las monedas. La explicación se la dieron mediante el concepto de «deriva instintiva», que viene a decir que un animal no puede aprender «cualquier cosa», sino que está limitado o regulado por las pautas de comportamiento típicas de su especie)
La discusión sigue en la actualidad entre los adiestradores, aunque la psicología ya tiene superado el debate hace tiempo. Mientras que en adiestramiento se sigue discutiendo sobre si los animales (y los perros en concreto) tienen procesos internos o mentales que influyen en el comportamiento, la psicología cognitiva ya tiene un bagaje de investigación amplísimo que demuestra que los procesos internos son determinantes para el comportamiento, tanto humano como animal.
En tanto en cuanto resolvemos la cuestión, el adiestramiento cognitivo-emocional goza desde los años 90, cada vez con mayor aceptación. Con brevedad diríamos que es un adiestramiento que tiene en cuenta procesos internos del perro como las emociones, las motivaciones internas, su carácter de animal social, su capacidad de resolver problemas, su tendencia a generar expectativas y tener intenciones…..etc.
El objetivo principal del adiestramiento cognitivo es lograr la profunda comprensión de las conductas por partes del perro, para que esta comprensión le permita regular su conducta de modo más eficaz y menos dependiente de refuerzos externos.
Adiestramiento Conductista
Podríamos considerar como adiestramiento conductista a todo aquel sistema de adiestramiento que se base en las leyes del aprendizaje que formularon los psicólogos conductistas de mediados del siglo XX.
Pero no se llegó al conductismo radical de Skinner de manera repentina. Antes de Skinner investigadores como Thorndike, Pavlov, Watson…..contribuyen con sus experimentos a entender el aprendizaje en animales y humanos.
Sus postulados ponen todo el énfasis del aprendizaje en el entorno del sujeto. Para Skinner el comportamiento animal y humano se explican por los refuerzos y castigos que provienen del entorno. De esta manera, si una conducta recibe un refuerzo positivo tenderá a repetirse y si recibe un castigo tenderá a extinguirse. Coloquialmente se podría llamar el sistema del «palo y la zanahoria»
No es este el lugar donde quiero explicar con más detalle estas leyes del aprendizaje, pero si diré que siguen siendo la base del 90% de los sistemas de adiestramiento más utilizados en la actualidad. Cuando se habla de adiestramiento en positivo o adiestramiento en negativo, se está incidiendo en una de las dos partes que componen las leyes del aprendizaje (el palo o la zanahoria), pero no dejan de ser adiestramientos conductistas.
Podemos adiestrar utilizando únicamente refuerzos positivos (adiestramiento positivo), o podemos adiestrar poniendo más énfasis en el refuerzo negativo y el castigo (adiestramiento negativo). Si combinamos ambos condicionamientos podríamos hablar de adiestramiento mixto.
Los adiestradores no se libran de esa discusión eterna sobre la necesidad/no necesidad de emplear estímulos negativos (palo) y, en el caso de utilizarse en que grado es necesario/deseable hacerlo (quizás en alguna charla con amigos hayas hablado de ello, aunque probablemente referido a los niños y sobre si hoy en día falta o no falta autoridad por parte de padres y profesores o sobre si es bueno o malo un bofetón a «tiempo»).
Mas allá de las opiniones, la psicología y los investigadores han realizado muchos estudios al respecto y nos hablan, para el que quiera escucharlos, de las ventajas e inconvenientes de cada planteamiento (ninguno está exento de posibles problemas que deben conocerse para intentar minimizarlos).
Adiestramiento conductista vs adiestramiento cognitivo-emocional
Como los adiestradores no pertenecemos a ninguna especie diferente, tenemos esa tendencia tan humana a enfrascarnos en arduas discusiones que, a menudo, no contribuyen a avanzar ni a clarificar conceptos y que pareciera que lo hacemos por diversión, cuando no con un afán destructivo o excluyente hacia la opinión que no coincide con la nuestra. Esto se ha acentuado en los últimos años con la proliferación de los foros y las redes sociales que parecen acrecentar esta tendencia a la discusión enconada.
En fin, a pesar del título del epígrafe, la intención no es presentar estos dos sistemas de adiestramiento como algo enfrentado y excluyente uno de otro. Digamos que el adiestramiento cognitivo-emocional es la tendencia más moderna y novedosa, que todavía lucha por abrirse camino entre los sistemas tradicionales que, por otro lado, han demostrado su valía. En general, desde el adiestramiento conductista se ataca al adiestramiento cognitivo como sistema que no aporta novedad sobre lo anterior y que simplemente ha cambiado las denominaciones o la explicación a fenómenos ya conocidos y utilizados con anterioridad.
Por su parte, los adiestradores cognitivos más radicales abogarían por un abandono de los postulados conductistas y por una nueva forma de entender el adiestramiento basada en la capacidad del perro para comprender lo que se le enseña de modo apropiado, con un resultado menos basado en el refuerzo externo de la conducta y más apoyado en la propia motivación interna del perro, con lo que se conseguiría un adiestramiento menos dependiente de los premios y castigos imprescindibles en el adiestramiento conductista.
Mi enfoque es integrador en esta cuestión. A mi modo de ver, si nos dieran como opción quedarnos con uno de los dos sistemas, la elección tendría que ser indudablemente por el adiestramiento conductista.
Basar el adiestramiento en los estímulos externos se ha demostrado como suficiente para alcanzar resultados muy buenos en muchas especialidades. Sin embargo, también me parece absurdo negar la influencia de procesos internos en el perro y no tratar de aprovechar condiciones innatas de este en el adiestramiento.
El adiestramiento cognitivo es un indudable avance, tanto técnico como hepistemológico (de enfoque), que ayuda a comprender mejor a al perro y a plantear de manera más fundamentada el trabajo del adiestramiento. Creo que las técnicas conductistas ya han sido probadas y desarrolladas y que el avance del adiestramiento ante los problemas que plantean los cánidos en el mundo actual a de venir de la mano del adiestramiento cognitivo-emocional que, aunque todavía en pañales, ya aporta y aportará en los próximos años, solución a problemas en los que el adiestramiento conductista peca por insuficiente.
Resaltar finalmente que, en mi opinión, el adiestramiento cognitivo no es una ruptura con el conductismo y que siguen siendo válidas las leyes del aprendizaje formuladas por Skinner. Pero, al igual que la psicología ya ha superado la crisis del conductismo y enfoca los problemas conductuales desde un nuevo paradigma que considera a la mente como un procesador de información y a la emoción como un sistema de orden superior que controla la conducta bajo determinadas circunstancias, el adiestramiento también tiene que avanzar en este sentido sin que por ello se produzcan rupturas ni enfrentamientos entre corrientes que deben buscar lo mismo: el adiestramiento y convivencia en armonía con nuestros perros.
Sería demasiado largo para esta sección profundizar más en el asunto.., ahora intentaré explicar un poco más concretamente, algunos de los «sistemas de adiestramiento» que se usan hoy en día.
Adiestramiento en positivo
Con este apelativo nos referimos al adiestramiento conductista que se basa exclusivamente en el refuerzo positivo para premiar los comportamientos que buscamos fijar en el perro. Los comportamientos indeseables se obvian y por lo tanto no obtienen refuerzo, con lo que tenderán a extinguirse.
Este concepto del adiestramiento tiene cada vez mayor aceptación y tiene ventajas que son innegables: es agradable para perro y guía, el aprendizaje es mayor en estados emocionales positivos que negativos, se recuerda mejor lo aprendido en estados emocionales positivos, es fácil de aplicar con poca técnica……
Junto a estas ventajas, que son ciertas, encontramos algunos inconvenientes como: algunos problemas de conducta son imposibles de corregir con un tratamiento 100% en positivo, algunas personas son incapaces de aplicar técnicas 100% positivas por su carácter (en el adiestramiento positivo más radical está prohibido decir un NO al perro……y a muchas personas les cuesta no corregir según que cosas), algunas especialidades de adiestramiento son difíciles de entrenar con técnicas 100% en positivo (piense en un perro que busca cebos envenenados……en definitiva, apetitosa comida que está prohibido que toquen), algunos comportamientos no deseados pueden estar autoreforzados internamente (con lo que la eliminación de un refuerzo externo no conseguirá la extinción deseada del comportamiento), el abuso de refuerzo positivo puede convertir al perro en un ser obsesionado con este tipo de motivación externa (inhibiendo sus instintos y comportamientos más naturales)…..
El adiestramiento con clicker a veces se presenta como un sistema independiente de adiestramiento, pero se trata de un adiestramiento conductista en positivo que se vale de una pequeña herramienta, llamada clicker y que te paso a explicar como funciona.
Adiestramiento con clicker
Aunque se suele hablar del sistema clicker como algo novedoso para el adiestramiento, en realidad no es novedoso, pues sus principios se remontan a mediados del siglo XX y en 1951 Skinner ya explicaba su aplicación ni se trata de un sistema de adiestramiento en si mismo.
El Clicker es una herramienta de adiestramiento que se utiliza para aportar claridad al adiestramiento conductista en positivo. Se trata de un artilugio que emite un sonido característico al ser presionado. Este sonido lo podemos asociar con algún estímulo agradable para el perro (generalmente con comida), de modo que una vez hecha la asociación el sonido se convierta en un estímulo condicionado (o estímulo puente) que le señala al perro las conductas que van a ser premiadas.
Realmente el clicker funciona y aporta mucha claridad en el aprendizaje. Facilita que el premio aparezca en el momento preciso y se basa en una técnica bastante sencilla de aplicar para cualquier persona. Una de las ventajas del adiestramiento en positivo es que los «efectos secundarios» son leves. Es decir, una persona poco informada puede utilizar el clicker de manera poco conveniente, pero como mucho empachará a su perro sin que este aprenda nada. Esto no ocurre con el adiestramiento en negativo, que si se realiza de manera inconveniente puede generar graves trastornos en la psique y comportamiento del perro.
El adiestramiento con clicker tiene más ventajas que inconvenientes y es el «sistema» que siempre recomiendo a aquellas personas que vayan a trabajar de forma autodidacta. Respeto mucho a las personas que tienen interés en educar de la mejor manera a su perro y para ello leen y tratan de aplicar multitud de técnicas que encuentran en diversas publicacione.
Es una tarea complicada porque cada perro es diferente y porque hay detalles que son difíciles de trasmitir de manera escrita. No obstante, mi consejo si no tienes otra posibilidad y quieres intentarlo, es que te hagas con un pequeño manual de clicker (por ejemplo: «Introducción al adiestramiento con el Clicker» de Karen Pryor) y trates de seguir las instrucciones (en algún artículo me extenderé más sobre la aplicación correcta del clicker y sus limitaciones).
Adiestramiento en Negativo
Se trataría de aquel sistema de adiestramiento conductista que pone el énfasis en el uso de estímulos negativos, aplicados tanto como refuerzos o como castigos
Aunque es habitual hablar indistintamente de refuerzo negativo y de castigo, no son lo mismo. Un castigo es un estímulo negativo que se le presenta al perro como consecuencia de un comportamiento y que tiene como finalidad que el comportamiento en cuestión deje de producirse. Un refuerzo negativo, sin embargo, es un estímulo negativo para el perro, que desaparece o no se da si se produce determinada conducta, con lo que esta tenderá a consolidarse……es decir, busca que la conducta reforzada negativamente tienda a repetirse (el «premio» para el perro será la desaparición del estímulo negativo).
Por mucho que nos cueste admitirlo o nos parezca que este tipo de adiestramiento merece un reproche ético, la realidad es que se ha utilizado y se sigue haciendo hoy……y que funciona, pues su base teórica es tan sólida y demostrada como la del refuerzo positivo.
No obstante, ambos adiestramientos, positivo y negativo, tienen particularidades que les hacen diferentes:
- El adiestramiento en negativo es mucho más difícil de aplicar, pués exige más técnica por parte del que lo usa, para aplicar el estímulo negativo en el momento adecuado y con la intensidad justa. El adiestramiento positivo es más agradable para perro y guía y más sencillo en su aplicación.
- El adiestramiento en negativo mal ejecutado puede tener graves consecuencias para la psique y temperamento del perro. No hay nada más nefasto que el empleo de refuerzos negativos o castigos incomprendidos por el perro.
- El adiestramiento en negativo resta iniciativa al perro….., que no se «atreverá» a intentar cosas nuevas, por miedo a meter la pata y que esto le traiga malas consecuencias.
- Los efectos del castigo jerárquico (el que aplica el guía directamente) no son exactamente los mismos que los que postula el conductismo (sobre el castigo indirecto o estímulo negativo que aparece desligado del guía). Con un ejemplo se entiende fácil…….imaginemos que queremos que el perro no se suba al sofá……podríamos castigarlo por hacerlo…..un castigo jerárquico sería el que aplica el guía mediante un grito o un empujón fuera del sofá……..al tratarse de un animal social, el perro es probable que no entienda que lo que queremos es que no se suba al sofá y que lo que entienda sea que su guía, como superior, reclama el sofá para si………pero en este caso, cuando no esté el guía, el perro se seguirá subiendo al sofá como «lugar cómodo» que está disponible.
- Los perros adiestrados en positivo toman más la iniciativa. Este aspecto es interesante de tomar en cuenta en muchas especialidades caninas de búsqueda, donde es el perro el que recibe los olores y necesitamos que sea un perro con iniciativa que nos guíe a nosotros hasta el foco de olor.
- Los perros adiestrados en negativo pueden ser más «seguros» en la obediencia, aunque con un desempeño más medroso (sobre todo si no se es muy hábil en el empleo de este tipo de adiestramiento).
Los padres del adiestramiento moderno a principios del siglo XX, empleaban técnicas compulsivas basadas en el condicionamiento negativo. Sus resultados podían ser buenos, pero estaban muy entrenados en usar estas técnicas…….Sobre todo, es importante basarse más en el refuerzo negativo que en el castigo. Si el planteamiento del trabajo es correcto, el perro debe ver en el guía el refugio y solución a sus problemas……..lo veremos esto más claro en la sección dedicada al collar de impulsos.
El collar de impulsos eléctricos
Los llamados «collares de adiestramiento» constituyen la herramienta de adiestramiento más controvertida que existe. Utilizan estímulos negativos de diversa intensidad y naturaleza, desde descargas eléctricas hasta vibración o sustancias irritantes para el perro. Su base teórica es sencilla: sirven para aplicar castigos con el fin de extinguir alguna conducta indeseada, y refuerzos negativos para fijar conductas deseadas.
Es una herramienta controvertida por varias razones: en primer lugar, por razones éticas…..en muchas ocasiones este tipo de herramienta está supliendo la falta de pericia o aptitud de un dueño para educar al perro de modos más adecuados, constructivos, sencillos y prácticos. Otra razón de controversia es el daño físico que inflingen al animal….que para muchas personas puede resultar inaceptable…..aunque.en realidad, hay que decir, que el peor daño que pueden causar es psicológico…..(ya nos hemos encontrado con perros en depresión reactiva a causa de un collar antiladridos activados por los ladridos de un perro vecino……sin que el pobre animal pueda hacer nada por evitarlo).
Y esto me lleva a otra cuestión que me preocupa…..pienso que este tipo de herramienta no debería estar al alcance de cualquier persona y que debería demostrarse la cualificación para usarla. Desaconsejo totalmente el uso de esta herramienta sin el asesoramiento de un profesional.
¿Y están indicados para algo?…….bueno, es una herramienta que en buenas manos, puede resultar útil para unos pocos problemas muy específicos que no suelen tener solución en positivo……aunque pienso que nuestra primera opción siempre debería ser el trabajo en positivo.
Adiestramiento instintivista
Hay un modo muy sencillo de explicar este adiestramiento: es lo que utiliza Cesar Millán en sus programas «El Encantador de Perros».
Son las técnicas de adiestramiento que se basan en las pautas naturales del perro como especie. En el caso de la corrección de conducta basan gran parte del trabajo en el establecimiento de la jerarquía y del humano como lider de la manada.
Este tipo de adiestramiento es muy atacado por la corriente positivista debido al uso del castigo o corrección autoritaria. Se discuten las pautas jerárquicas del perro por estar basadas en el estudio de manadas de lobos observadas en cautividad. Hoy se sabe que en la naturaleza las normas sociales y de jerarquía son mucho más relajadas al no imponerse la necesidad de defender con violencia los escasos recursos (en cautividad incluso el espacio es un recurso valioso). No obstante, ante este argumento los instintivistas contestan que los perros que conviven en nuestro medio humano, mostrarían pautas de jerarquía semejantes a las que muestran los lobos en cautividad y no las que manifiestan los lobos en la naturaleza.
En cualquier caso, deberemos conocer y respetar las pautas de comportamiento naturales del perro si queremos tener una visión completa del perro y plantear buenos trabajos. Te pongo un ejemplo: es muy frecuente que los dueños castiguen pautas naturales del perro que consideramos inadecudas desde un punto de vista humano. Un caso frecuente es el del dueño que corrige al cachorro por coger basura o porquería del suelo…….en este caso estamos impidiendo conductas normales de exploración en el cachorro….y en muchos casos estaremos dando un valor de recurso a la propia basura, heces….o porquerías varias que el cachorro puede querer. Con nuestra corrección el cachorro no va a entender que «coger porquería está prohibido……» lo que va a entender es que «esa porquería la reclamamos para nosotros como guías y superiores jerárquicos…..» en conclusión, el perro tratará de estar más atento ante las nuevas ocasiones de coger o comer porquería, antes de que se la reclame el «lider».
Por lo tanto, este tipo de corrección jerárquica no sería la adeucada para evitar problemas como la coprofágia.
Terminaré diciendo que una visión completa del perro exige un conocimiento profundo de sus pautas y comportamientos naturales. El mejor modo de entrar en contacto con esta dimensión profunda, natural e instintiva del perro, es a través de disciplinas naturales como la caza y el pastoreo……La mayoría de cursos para adiestradores centran todo el interés en las leyes del aprendizaje operante, pero no se persigue controlar a un perro controlado por su instinto (por ejemplo: un perro que persigue a un gato….o a un ciclista, un perro que se pelea con otros en el parque……). Los comportamientos dominados por el instinto son la causa de muchos problemas de conducta…..y conocer estos instintos para poder moldearlos es fundamental en este tipo de trabajos.
¿Cuál e el mejor sistema de adiestramiento?
Para mi no hay respuesta a la cuestión de ¿cual es el mejor sistema de adiestramiento?.
Comercialmente lo mejor para mis intereses y lo políticamente correcto sería escribir aquí que el mejor sistema de adiestramiento, y el que yo utilizo siempre, es el adiestramiento en positivo. A las personas nos gusta creer que a base de premios es posible educar y adiestrar a nuestro perro sin mayor complicación. En realidad, y por mucho que se defienda, pienso que no es cierto del todo.
Es verdad que pienso que los problemas han de enfocarse como primera opción en positivo. También es verdad que un 80% de los trabajos se solucionan con este planteamiento, pero no es menos cierto que a veces no es suficiente. Será difícil convencer a un podenco que se escapa corriendo tras los conejos, de que vuelva a nuestra llamada porque le ofrezcamos un pedazo de salchicha.
Muchas de las discusiones que tenemos los adiestradores sobre el sistema de adiestramiento idóneo, las mantenemos sin tomar en cuenta el tipo de especialidad de adiestramiento o el tipo de problema de conducta al que nos enfrentamos……..y es ahí donde nos equivocamos….porque, como vengo diciendo, no hay un sistema idóneo que sirva para todo.
En el agílity todo es 100% positivo…..el perro hace lo que le gusta y yo simplemente le refuerzo todo lo correcto e ignoro los fallos. Lo que me interesa es que el perro esté feliz y motivado…..no tiene sentido el castigo que sería injusto para el perro (nadie nace sabiendo) y contraproducente para lo que busco ya que, inevitablemente, el castigo jerárquico inhibirá conducta y el perro irá más despacio y se lo pasará peor.
En la búsqueda de cebos el perro también hace lo que le gusta……buscar un olor. Pero lo que se encuentra al final es el veneno en un apetecible cebo. Por lo tanto hay que evitar a toda costa que el perro coma el cebo. Como digo, el primer planteamiento siempre lo hacemos en positivo……si logramos tener en la mano un premio que motive al perro mucho más que la comida (por ejemplo: una pelota), a lo mejor en ese perro no necesitamos meter ningún tipo de estímulo negativo……pero si no es así, necesitaremos producir este tipo de estímulo (con collar de vibración si afecta lo suficiente al perro), para que entienda que comer es una línea roja que no ha de pasar.
Al igual que las personas, los perros no están compuestos por diferentes compartimentos, de modo que podamos trabajar por separado en sus comportamientos condicionados, en sus emociones, en sus procesos mentales, en sus instintos…….. el adiestramiento que mejor integra todas las facetas que componen un perro es el adiestramiento cognitivo-emocional que, si bien todavía está en sus inicios, creo que es el camino por el que avanzará el adiestramiento de los próximos años.