Los problemas de conducta en el perro son muy variados. Cada caso es diferente, cada perro es diferente y cada dueño también lo es. La clave del éxito para un tratamiento de corrección de conducta se basa en un buen diagnóstico del problema y en unas pautas de tratamiento adaptadas al caso concreto. No hay recetas.
Internet nos brinda hoy en día una fuente de información como nunca hemos tenido. Si buscas en google por criterios como «ansiedad por separación», «conducta higiénica en el perro», «agresión por miedo», «perros dominantes»…….obtendras cientos de resultados y páginas enteras dedicadas al comportamiento del perro.
Hoy solemos tener la sensación de que en internet está todo……..en realidad en internet hay esbozos e información superficial sobre casi todo, pero si realmente quieres profundizar en algo o solucionar el problema concreto tendrás que buscar la ayuda de personas que realmente sepan aplicar los conocimientos a la práctica.
¿Qué es para un perro «portarse mal»?
A menudo tendemos a analizar la conducta del perro desde nuestro punto de vista. Bajo nuestra perspectiva podemos pensar que correr sin control y sin obedecer a la llamada es portarse mal o que tirar de la correa como un loco es de mal perro……pero si lo pensamos desde su punto de vista ¿porque van a estar mal estas conductas?. Para un perro el concepto de bueno/malo o de bien hecho/mal hecho, no tienen mucho sentido. Su conducta estará guiada más por extremos como divertido/aburrido o seguro/peligroso. Correr libremente y sin control puede ser muy divertido por mucho que nosotros lo veamos como peligroso o inadecuado y tirar de la correa será divertido y proporciona refuerzos inestimables para el perro (llegar al parque, llegar a un nuevo olor….etc).
La base de todo a veces es conocer al perro: como piensa, que necesita, que le frustra, que pautas de conducta son naturales y cuales no……Tenemos que entender que «obligamos» a nuestros perros a vivir en un entorno poco natural para ellos. Su condición de animal social y tremendamente adaptativo les ayuda a integrarse, pero es nuestra responsabilidad ayudarles a hacerlo. Debemos acercarnos a su mundo, comprenderlo y manejarlo de la mejor manera posible para evitar los conflictos con nuestro mundo.
Los problemas de conducta más habituales
Para contribuir un poco con esta ensalada de información que supone la «red de redes», te vamos a mostar algunos de los problemas de conducta más comunes con los que solemos encontrarnos. Solo pondré alguna pauta de tratamiento si considero que es «inocua»……es decir, que aunque se aplique mal, no va a tener consecuencias negativas para el perro.
Si que trataré de que en cada problema comprendas las razones profundas por las que surgen y las maneras más sencillas de prevenirlos (aquí tambien…mas vale prevenir…..)
El perro agresivo: ¿Se vuelve un perro agresivo de repente? ¿Qué se puede hacer?
La agresividad canina es uno de los problemas de conducta que más habitualmente nos consultan. Lamentablemente estas consultas suelen producirse cuando ya el problema está muy consolidado y el dueño se ve incapaz de manejarlo. Sin embargo. en la mayoría de los casos, el problema ha ido apareciendo de manera progresiva, comenzando por gruñidos o ataques inocuos que poco a poco se han ido agravando. Mi primer consejo es que pongas remedio y consultes con un profesional del adiestramiento y educación canina lo antes posible..
Es muy arriesgado dar consejos sobre técnicas concretas o acciones que debería emprender el propietario de un perro agresivo, pero antes de considerar sacrificar al animal por este motivo, lo primero que hay que saber es la causa de las agresiones y hacia que se producen. En general, lo más común es que la agresividad esté dominada por una emoción como el miedo o la ira, pero también hay agresiones jerárquicas, territoriales, patológicas……..
Si me gustaría comentar que nos encontramos con muchos casos de perros que agreden porque entran en indefensión. El auge que ha tenido «El encantador de perros», que hace mucho énfasis en la condición jerárquica del perro y en el «lider de la manada», que son conceptos ciertos pero relativos, hace que muchos dueños traten a sus perros como si fueran dominantes cuando no lo son en absoluto……..Puede ser nefasto confundir una agresión por miedo con una agresión dominante, porque el intento de dominar a un perro miedoso puede acabar fácilmente en mordisco, ya que el perro con miedo puede entrar en «indefensión» y, además de que no solucionaremos el problema (al contrario…..el miedo del perro aumentará), nos podemos llevar un buen bocado.
La ansiedad por separación en el perro
Uno de los problemas más frecuentes y que más desesperación causa en los propietarios de perros.
Se puede manifestar con distintos tipos de conductas (hábitos destructivos, evacuaciones en lugares inapropiados, ladrido, babeo constante……) que se manifiestan cuando el perro se queda solo. Está generada por un apego exagerado y dependiente hacia los dueños. Los perros dependientes nos siguen a todos lados, montán una gran fiesta cuando llegamos a casa (aunque solo hayamos salido 5 minutos), demandan caricias con frecuencia……etc.
Hay ejemplares más propensos que otros a sufrir este trastorno (hay estudios que hablan de cierta predisposición genética), pero no cabe duda de que la educación y experiencias del animal serán determinantes. Así, es muy frecuente la ansiedad por separación en animales que vienen de protectora……quizás debido a una experiencia anterior de avandono…..y también que la desarrollen los perros criados con excesiva sobreprotección.
La infancia de los perros es muy corta…….y en este corto periodo es importante que asuman ciertas situaciones con las que van a tener que convivir……..y una de estas cosas, en muchos casos, es la soledad. Si no se ha hecho esto a la edad correspondiente, con un perro adulto va a resultar más complicado……pero, afortunadamente, los perros mantienen toda su vida capacidad de aprendizaje y siempre vamos a estar a tiempo de, a través del trato y las pautas adecuadas, conseguir una actitud más autónoma.
¿Cuales son estás pautas?……..puedes buscar por internet…….pero casi tienes asegurado el fracaso. Parecerá que arrimo el ascua a mi sardina, pero cada caso es diferente. No se pueden aplicar recetas (de poder hacerlo, yo ya tendría abierto un consultorio online a 5 euros por consulta). En cada caso habrá que analizar qué tipo de comportamiento del dueño le hace inferir al perro que es dependiente de él, cómo se han llegado a fijar las conductas ansiosas, que tipo de factores actúan (refuerzos positivos y negativos, circunstancias que el perro maneja con ansiedad, picos de estrés diarios…..etc)…..Todo requiere de análisis antes de fijar una pauta (te pongo un ejemplo corto: una de las pautas más frecuentes es la de hacer salidas cortas de casa para que el perro se habitúe……….pues te diré que en la mayoría de casos esta pauta no funciona, puesto que el perro puede comenzar su rutina de ansiedad desde el primer segundo en que se queda solo y la vuelta del dueño sólo estará reforzando esta emoción negativa y su comportamiento consecuente).
Termino con una buena noticia. El tratamiento de la ansiedad por separación no te va a ser muy costoso, puesto que no requiere de muchas sesiones con el educador canino. Se trata más bien de tener plan y poner unas pautas que, progresivamente, vayan mitigando el problema hasta alcanzar su total solución. Si que vas a necesitar mucha constancia, paciencia y claridad de ideas……..pero se puede conseguir……
La conducta higiénica en el perro
Que el perro haga sus necesidades en casa es desagradable, pero hay que distinguir entre conductas «normales» y «anormales». Es normal que un cachorro de 2 meses haga pis en casa y no es normal que cuando tenga un año lo siga haciendo igual.
Con los cachorros lo que tenemos que hacer es educarlos para que lo hagan en el lugar adecuado, pero siempre contando con sus patuas como especie y con su nivel de madurez fisiológica. Un cachorro de 2 meses suele hacer pis cada dos horas……pretender que aguante más tiempo es inútil. Se suele aplicar la regla de la edad en meses para calcular el tiempo que un perro puede aguantar sus aguas menores: con 3 meses aguantará 3 horas, con 4 meses 4 horas…..y así sucesivamente.
Por lo tanto, esta es la primera norma que debemos respetar……. su tiempo máximo de abstinencia. En segundo lugar, debemos saber algo sobre sus preferencias…..Los cachorros pueden estar condicionados a buscar superficies que les recuerden al lugar donde nacieron y evacuaron por primera vez. Si podemos preguntar al criador si esta superficie ha sido papel de periódico, serrín u otro tipo de absorvente, ya tendremos una pista sobre la preferencia que puede tener nuestro cachorro. También es bueno que sepamos que los perros tratan de ensuciar en lugares que consideran poco importantes para el grupo social y que no suelen ensuciar el lugar donde descansan, donde comen y beben….etc. Esta es la razón por la que muchos dueños observan que su perro elige para hacer sus cosas alguna habitación en concreto, el pasillo, el recibidor……es decir….lugares que piensan que son poco importantes por el poco uso que les damos.
Estas reglas no se cumplen en todos los casos…….en ocasiones el perro puede venir de lugares con poco espacio en los que no ha tenido más remedio que hacer sus necesidades en el mismo lugar en el que descansa, come….etc. Esto es típico en los perros de tienda, obligados a permanecer largas horas en un escaparate no muy grande….este tipo de perros puede ser más complicado de educar higiénicamente en el futuro.
Bueno….sabiendo esto sobre la fisiología y las pautas de conducta del perro podemos sacar algunas conclusiones:
- Primero: la clave para educar rápicamente al perro a hacer sus cosas en el sitio correcto estará en poder llevar al perro a evacuar a ese lugar que hemos elegido en el momento en que al perro le toca cumplir con esta necesidad. Sencillo…….si un cachorro de dos meses micciona sobre tu alfombra preferida no tiene ninguna culpa….la culpa es de quien le ha dejado libertad en este lugar en el momento en que al perro le toca liberarse. Por lo tanto, nada de castigos ni enfados con el perro……a pensar que hemos hecho mal y a estar preparados para la próxima.
- Segundo: El lugar de evacuación deberá ser adecuado bajo el punto de vista del perro…….no lo pondremos cerca del lugar donde descansa ni en lugares muy utilizados por el perro para jugar, comer…etc.
- Tercero: Procuraremos poner la misma superficie que utilizó el perro con sus hermanos tras el nacimiento.
- Cuarto: Hay que llevar al perro al lugar seleccionado para evacuar cada vez que le toca hacerlo. En general tenemos muchos «trucos» para saber cual es este momento. El más efectivo, pero que no a todo el mundo le agrada, consiste en tener al cachorro cerrado en un trasportín (hemos quedado en que tratará de no hacer sus cosas en el lugar en que descansa). Si lo hacemos así, tendremos que sacar al cachorro cada hora para llevarlo al lugar que tenemos previsto para evacuar……..cuando lo haga, le felicitamos y le dejamos libre (sin peligro de ensuciar) durante 10 minutos en los que podemos jugar con él……tras este tiempo, habría que meterlo de nuevo en el trasportín para repetir el proceso en una hora.
Otro truco consistiría en atarnos una correa larga con el cachorro a la cintura mientras realizamos nuestras labores cotidianas…..de este modo siempre podemos darnos cuenta de que el perro tiene ganas de ensuciar (olisquea el suelo, gira sobre si mismo…..) y llevarlo al lugar adecuado con rapidez.
También sucede que pasamos mucho tiempo fuera de casa……en estos casos, un cachorro que todavía no tiene educación higiénica no debería tener acceso libre a toda la casa si no queremos que sea él quien elija el lugar más conveniente para evacuar……. lo ideal es usar un parque de cachorros o restringir su movimiento a un recinto de unos 4 metros cuadrados o poco más, de manera que podamos poner en un extremo del recinto su cama y el agua y en el otro el lugar de evacuación……lo natural es que el cachorro ensucie en este lugar si lo hemos colocado de manera correcta.
Todo este sistema de enseñanza para cachorros lo puedes consultar en un libro muy recomendable de Iam Dumbar, publicado por KNS ediciones y titulado «Un cachorro en casa».
Finalmente te diré que podrías no hacer nada con respecto a la conducta higiénica y simplemente te tocará limpiar cacas y pises durante unos meses…….pero que ha medida que el cachorro maduré fisiológicamente y si tiene una frecuencia de paseos adecuada, sobre los 6 meses ya están haciendo todas sus necesidades en la calle simplemente siguiendo las pautas de su especie de no ensuciar en los sitios importantes para el grupo social.
El problema se agrava en los casos en que tratamos de poner remedio inadecuado…….castigos incomprensibles para el perro, restregar el morro del perro en sus pises, cerrar al perro en lugares pequeños durante largas horas…..todo inadecuado y contraproducente.
En cuanto a los perros adultos que siguen ensuciando en casa, lo normal es que el ensuciar sea un síntoma de algún otro problema como: miedo en la calle, ansiedad por separación, marcaje……En estos casos lo que hay que hacer es tratar el fondo del problema y no su manifestación.
Perros que destrozan en casa
Los destrozos en casa también pueden tener múltiples causas. Generalmente suelen ser síntoma de otro tipo de problema.
Para empezar hay que decir que debemos asumir que los perros, sobre todo cuando son cachorros, necesitan fortalecer su boca mordisqueando. Algunas razas son más propensas a «boca dura» que otras, pero, en general, necesitaremos proporcionar al cachorro juguetes adecuados para que den salida a esta necesidad.
Es importante tener en cuanta el tipo de juguetes que proporcionamos al cachorro, puesto que si el juguete se rompe fácilmente estaremos enseñando al perro conductas destructivas que fácilmente generalizarán a otro tipo de objetos como nuestros zapatos o la alfombra. Una buena opción son los juguetes de goma natural y rellenables (tipo Kong), que además de evitar destrozos, nos ayudarán a calmar al perro en múltiples circunstancias potencialmente estresantes (cuando se queda solo, cuando hay visitas, cuando le dejamos a dormir en su lugar……).
Lo normal es que, a medida que el perro crece desaparezcan las conductas destructivas, aunque yo siempre les doy a mis perros kong o huesos de jamón cuando busco una relajación progresiva (por ejemplo, cuando volvemos de entrenar o de un largo paseo y les toca descansar).
Si el perro ya es adulto y destroza en casa hay que ver en las circunstancias en que lo hace para tratar de averiguar el motivo. Por ejemplo: si el perro destroza en nuestra ausencia es muy probable que sea un síntoma de ansiedad. También pueden destrozar por frustración («quiero salir a la calle…..») o por aburrimiento……el problema remitirá tratando la causa motivadora.
Perros que tiran de la correa
Pero ¿como queremos que el perro no tire de la correa si está de los nervios?…….es que a mi me da verdadera pena el estado en el que algunos perros pasean………tirando todo lo que pueden, jadeando, ladrando, sin ser capaces de concentrarse o mantener la atención en nada, con ansiedad……..y ¿los motivos?……múltiples……desde perros que tiran con miedo hacia lugares que consideran seguros a perros a los que les falta autocontrol o que han aprendido que el modo de conseguir lo que desean es tirando (para llegar al parque, para saludar a otro perro, para correr tras una pelota…..).
Dado que las causas son diversas, las soluciones también lo serán forzosamente. Decirte solo en estas líneas que el problema suele tener fácil solución (los más complicados serán aquellos casos con un trasfondo emocional de agresividad o miedo…….pero también aquí tendremos mucho que decirte).
Para no decepcionar a los que están buscando soluciones al problema para aplicar de manera autónoma, os daré alguna herramienta inocua (sin estímulo negativo…..y por tanto sin riesgo de daño emocional), que podéis testear.
- Prueba con una correa más larga: para algunos perros resulta muy incómodo caminar pegados a tí……cada perro tiene una distancia de comodidad……intenta averiguar cual es la distancia de comodidad que tiene tu perro……puedes hacerlo en un lugar abierto con el perro suelto (cada vez que el perro se vuelve para comprobar si seguimos sus pasos nos estará indicando una distancia de comodidad) o utilizando una correa de 10 metros. Hay casos en los que cambiar una correa de un metro por una simple correa estensible soluciona el problema.
- Prueba a no avanzar, e incluso darte la vuelta, cuando el perro tira. Aunque es un método que requiere de mucha paciencia…..y solo funciona para algunos de los casos…..no requiere de una técnica sofisticada y lo puedes aplicar fácilmente.
- Premia al perro por ir junto a ti sin tirar……sin decir nada…..solamente premiale cuando vaya de ese modo y no premies cuando tira o cuando se aleja de tí.
- Utiliza algún refuerzo que el quiera (premio, pelota….) para ponerlo alejado de tí………y dale este mensaje «¿lo quieres?……pues si consigues llegar hasta él sin tirar, es tuyo»………No me refiero a que le hables……sino a que te acerques hacia el refuerzo de modo que, si no tira avanzas y si tira te paras y das la vuelta para alejarlo……..para volver a intentarlo desde unos metros más atrás. .
Perros miedosos y perros fóbicos
El miedo es una emoción importante para la supervivencia del individuo. Tener miedo le permite a un lobo (a un perro o a nosotros mismos) mantenerse alejado de estímulos potencialmente peligrosos. Pero el miedo se convierte en un problema cuando es inadaptativo y surge de manera desproporcionada ante estímulos que no resultan realmente peligrosos.
El condicionamiento del miedo se puede adquirir de diversas formas en el perro. Lo más habitual es que nos encontremos con perros que no han tenido la suficiente estimulación en su etapa de cachorro más crítica (entre la 7ª y la 12ª semana). Durante este periodo crítico es necesario que el cachorro se enfrente sin traumas a una serie de estímulos que le van a acompañar durante su vida y que son mucho más ricos y numerosos que los estímulos con los que tendría que convivir un ejemplar en estado salvaje. El problema puede venir de criadores que no dan importancia a este periodo y no comienzan con la fase de socialización a tiempo, o con propietarios que, aconsejados por los protocolos de vacunación veterinaria, deciden no exponer al cachorro al ambiente hasta cumplir con todo el ciclo de vacunas.
Evidentemente, se puede correr un cierto riesgo si sacamos al cachorro antes de su última vacuna, pero como comportamentalista creo sinceramente, que el riesgo es mayor si no lo sacamos, puesto que tenemos casi asegurado que de adulto nuestro perro mostrará miedo ante estímulos con los que no ha contactado en este periodo crítico del que hablamos.
Sea como fuere, una vez adquirido el miedo, este puede dirigirse a estímulos concretos (otros perros, niños, cohetes….) o presentarse más generalizado. Cuando un perro presenta un miedo general o a casi cualquier estímulo hablamos de perro fóbico. El éxito del tratamiento va a depender mucho del tiempo que el miedo lleve instaurado, por lo que es imprescindible actuar lo antes posible.
La respuesta prototípica del miedo es la huida o el bloqueo. En ocasiones esta estrategia no es plausible (por llevar atado al perro) y este decide luchar, con lo que una conducta de miedo es fácil que se trasforme en agresión.
Cuando tratamos este tipo de conducta tenemos que ser coherentes con la emoción que el perro siente y saber que, si el grado emocional es alto, la conducta estará totalmente fuera del control cognitivo del perro. Se podría decir en este caso que el perro está actuando en «modo automático» y que no puede evitar el comportamiento…….ante esta situación el castigo, por tanto, será del todo inadecuado e ineficaz, puesto que el perro volverá a mostrar la conducta miedosa en cuanto vuelva a surgir el objeto de miedo y, en todo caso, cada vez se sentirá peor ante este objeto si sumamos los castigos que predice.
El tratamiento tendrá que adaptarse a cada situación y puede plantearse desde distintos ángulos. Facilitar la habituación al objeto de miedo puede ser buena herramienta en algunos casos y nefasta en otros, pues el perro, en lugar de habituarse puede sensibilizarse y dar respuestas de miedo cada vez más intensas.
Puede ayudar mucho enseñar una conducta al perro que sea coherente con su miedo (que le solucione el problema) y que sea “práctica” para nosotros. Por ejemplo: a veces puede resultar imposible enseñar a un perro que tiene miedo a las detonaciones a permanecer sentado, sin embargo, puede ser fácil enseñarle a correr hacia nuestro coche. Por lo tanto, en lugar de tener un perro que corre despavorido en cualquier dirección al escuchar un disparo, tendremos a un perro que corre hasta nuestro coche.
En cualquier caso, si tienes un perro fóbico siempre hay algo que puedes hacer por él. Debe ser muy angustioso vivir con miedo permanente y seguro que vamos a poder ayudar a nuestro amigo.
Perros ladradores
El ladrido del perro forma parte de sus pautas de conducta naturales. Es normal que ante ciertas situaciones el perro ladre y también es cierto que algunas razas tienen mayor predisposición a ladrar que otras.
No obstante, una cosa es un ladrido normal y puntual ante alguna situación concreta como la presencia de otro perro en el “territorio” y otra cosa es el caso de los perros que ladran continuamente ante multitud de estímulos, y, en ocasiones, sin necesidad de que aparezca estímulo alguno.
Siento ser repetitivo, pero una vez más lo primero será analizar la causa del ladrido. No será igual el tratamiento que tendremos que usar con un perro que ladra por inseguridad o miedo (típico en razas pequeñas) que con un perro que ladra por territorialidad o el tratamiento para un perro que ladra por el puro placer de hacerlo.
Lo más normal es que el ladrido sea el síntoma externo de algún otro problema. Por ejemplo, es típico el ladrido en animales que sufren ansiedad por separación. El ladrido se convierte en ellos en una conducta para descargar la ansiedad. La conducta es reforzada con el regreso del dueño y se entra en una espiral retroalimentada. La solución pasará por reducir la ansiedad que sufre el perro y cualquier actuación de castigo sobre el ladrido (por ejemplo…..collares antiladridos) agravarán el problema de ansiedad.
Otro caso común es el del perro de parcela que ladra continuamente……La verdad es que si tenemos un perro territorial o de guarda (tipo pastor alemán), lo colocamos en un territorio bien delimitado con «vistas» al exterior y por cuyos límites suelen pasear perros y personas…..!!! lo raro sería que el perro no ladrara !!!. Todos los problemas tienen solución (en el caso de que consideres esto un problema…..porque, a juzgar por la pasividad de la gente, se diría que pensamos que el perro es feliz acumulando estrés al ladrar a todo bicho viviente que pasa por la calle)….y este no es de los difíciles de solucionar…..pero es de los que indican la poca cultura canina que tenemos en España.
Si tu perro ladra en exceso puede que, además de una molestia para los que te rodean, esté sufriendo algún tipo de problema psíquico que no sabe gestionar. Te recomendamos consultarlo para entenderlo y poner en práctica pautas que solucionen la situación.
Perros hiperactivos
Realmente no existe un trastorno en el perro definido como «hiperactividad». Es decir, no hay perros hiperactivos, pero se trata de una expresión que todos entendemos y relacionamos con esos perros que «no paran».
La activación de un perro depende de múltiples factores. Por un lado tendríamos factores genéticos. No es lo mismo la actividad que necesita y requiere un Border Collie que la que necesita y requiere un Mastín. En este sentido, a la hora de elegir una raza este factor habría que tomarlo en cuenta, si bien es verdad, dentro de la misma raza existen diferencias individuales muy marcadas (en este sentido, una raza que suele causar confusión es el Labrador, puesto que la imagen de «perro guía» hace que la gente lo tome por un perro tranquilo y, en muchos casos, se trata de un perro de trabajo con mucha necesidad de ejercicio y activación).
A parte de los factores genéticos, el ambiente también es determinante para el comportamiento más o menos equilibrado y tranquilo del perro. En las consultas por perros hiperactivos y nerviosos tratamos de analizar en profundidad el ambiente y trato que se da all perro porque, a buen seguro, ahí encontraremos las claves de su conducta. Por poner un ejemplo: a muchos propietarios les gusta jugar a lanzar pelotas a su perro……tendemos a pensar que esta actividad es gratificante para el perro y beneficiosa en sentido físico. En algunos casos es así, pero en otros muchos el perro no es capaz de gestionar el estrés que le genera este tipo de juego. Pensemos en que cada vez que el perro persigue la pelota está activando el instinto de caza y que hacer esto de manera continuada puede suponer una carga de estrés importante que después influye en su comportamiento general.
Lo primero, en cualquier caso, será comprobar que el perro tiene la actividad física y mental que necesita por su temperamento y condiciones. Estoy convencido que son muy pocos los perros que realmente sufran trastornos de hiperactividad. En un 99,9% de los casos el problema es el trato. Pongo un ejemplo: si preguntamos a muchos adiestradores por la conducta y temperamento del Border Collie, la gran mayoría nos hablarán de un perro nervioso, hiperactivo, necesitado de adiestramiento…..etc Pero si hacemos la misma pregunta a pastores que usan esta raza para el control de sus ovejas nos hablarán de un perro obediente, tranquilo, trabajador, controlado, poco ladrador, nada histérico…..Es así, cuando el trato es idóneo, el comportamiento también lo es……la pregunta es ¿sabemos cual es el trato idóneo que necesita nuestro perro?
Otros problemas de conducta en el perro
Estereotipias, coprofagias, problemas con el marcaje, depresión reactiva…….El listado de problemas comportamentales que puede presentar un perro es realmente amplio.
Normalmente el proceso de tratamiento comenzará por descartar la patología fisiológica. Por ejemplo: un perro con hidrocefalia puede mostrar conductas agresivas que requieren diagnosticar y tratar su enfermedad. Descartada la patología por el veterinario, el siguiente paso es averiguar las razones del comportamiento. Normalmente en estas razones puede existir un factor genético del individuo, pero la mayoría de las veces los perros son víctimas de una educación inadecuada.
Es cierto que las restricciones que nos impone la vida moderna pueden hacer complicado integrar al perro en nuestro entorno, pero los que somos amantes de esta maravillosa especie estamos dispuestos a hacer todo lo posible para poder integrarlo de forma armónica y poder disfrutar de su compañía.
En este punto empieza nuestro trabajo como comportamentalistas. Ayudamos a que las personas integren al perro en su vida. En esta labor tratamos de adaptar lo que el perro necesita con las condiciones de vida y lo que puede ofrecer cada uno de nuestros clientes, todos caracterizados por su gran amor hacia los perros, pero a veces sin los conocimientos precisos para ponerse en el lugar del perro y saber educarlo de manera comprensible para el animal.