El kelpie australiano, fue criado originalmente para cuidar del ganado soportando el caluroso clima australiano. Ello dio lugar a un perro con mucha energía, inteligencia e independencia y, aunque a lo largo de los años se ha incorporado a los hogares más urbanitas, estas características siguen siendo parte de la personalidad de la raza. No en vano, los kelpies australianos todavía se siguen utilizando en Australia y los Estados Unidos por sus instintos de pastoreo.
Historia del kelpie australiano
La raza recibe el nombre de la mitología celta en la que, los kelpies, son unos espíritus del agua con la capacidad de cambiar de forma de caballo a forma humana.
La historia del kelpie australiano comienza en el siglo XIX con la introducción de los black collies, desde Gran Bretaña. Su trabajo principal consistía en el pastoreo del ganado en las tierras australiana.
Los black collies fueron cruzados con otras razas, e incluso, se cree que también lo hicieron con el dingo salvaje. El resultado fue una raza resistente, capaz de soportar el clima extremo de Australia y de trabajar prácticamente sin descanso.
Hoy en día puedes encontrar kelpies australianos realizando multitud de tareas alrededor del mundo, incluyendo trabajo de detección, ayudando en terapias, como perros de servicio y deportes caninos pero, a menudo, todavía son utilizados para realizar labores de pastoreo, especialmente en Australia y en los Estados Unidos, donde se adaptó muy fácilmente al clima, al terreno y a la variedad de ganado.
Características físicas del kelpie australiano
El kelpie australiano es un perro de tamaño medio, con un peso que suele variar entre 16 y 21 kilos, y una altura de entre 46 y 51 centímetros a la cruz.
El pelaje del kelpie, a menudo, tiene una doble capa de pelo. Una capa inferior densa, y otra capa exterior resistente a la intemperie.
Esta cobertura de pelo puede ser corto, áspero o lisos, con diferentes tonalidades y colores como el negro, el rojo, el chocolate, el negro con marcas cobrizas, el rojo con marcas cobrizas, el azul ahumado o el beige.
Personalidad
Los kelpies australianos tienen una vena independiente muy beneficiosa para trabajar con el ganado, lo que significa que si abandonan este tipo de tareas necesitarán de nuevos estímulos para evitar que se aburran y tomen un comportamiento destructivo.
A pesar de su naturaleza independiente, los kelpies australianos no deben quedarse sin compañía humana por mucho tiempo, y menos cuando están encerrados en casa pues, podrían entretenerse destrozando todo lo que tienen a su alrededor.
Los instintos innatos de pastoreo y su carácter territorial pueden hacer que les resulte difícil convivir con niños pequeños u otras mascotas, ya que tienden a mordisquear para acorralar a quien sea, o lo que sea, que sientan que necesita ser pastoreados, pero no por ello son peligrosos.
Hay que tener en cuenta que, además de territoriales, los kelpies, son algo desconfiados con los extraños. Aunque esto podríamos verlo como un handicap, los convierte en muy buenos guardianes, atentos a cualquier signo de peligro.
Su gran personalidad hace que no respondan bien ante reprimendas duras y castigos, por lo que, un buen entrenamiento basado en el refuerzo positivo hará que, estos inteligentes perros, sigan las órdenes en prácticamente cualquier circunstancia.
Gracias al entrenamiento, todas estas tendencias pueden mantenerse bajo control y dirigirse hacia comportamientos constructivos, especialmente si el entrenamiento de socialización comienza desde cachorro.
Recuerda que cuando se tiene un kelpie como mascotas, estos requieren entrenamiento, ejercicio y mucha estimulación mental diaria.
Salud
La salud del kelpie australiano es generalmente buena. Sin embargo, la raza puede estar genéticamente predispuesta a algunas enfermedades que hay que tener en cuenta.
Las enfermedades que se pueden presentar en los kelpies incluyen la criptorquidia, la displasia de cadera, la atrofia retiniana progresiva, la anomalía del ojo de collie y la abiotrofia cerebelosa. Y, aunque son bastante poco comunes, siempre es importante mantenerse alerta y llevar un calendario adecuado de visitas al veterinario.
Alimentación
La dieta del kelpie australiano es como la de cualquier perro de tamaño mediano con altas necesidades energéticas y de ejercicio intenso. Por ello es recomendable consultar a un veterinario para que te aconseje sobre cómo alimentar a su mascota en las diferentes etapas de su vida: cachorro, adulto, y vejez, ya que sus necesidades varían.
Cuidados y aseo
Estos cánidos generalmente requieren de pocos cuidados en el día a día.
Revisa sus uñas para ver si están dañadas y recortarlas si fuese necesario, aunque normalmente se liman de forma natural al correr y caminar.
Los dientes deben cepillarse según las recomendaciones de un veterinario.
Examina sus oídos para ver si hay suciedad, parásitos o infecciones.
En cuanto al baño, esto dependerá de la necesidad.
Su pelaje no necesita de mucho aseo. Un cepillado o dos por semana es suficiente para eliminar el pelo muerto. Eso sí, en primavera tienden a perder más pelo, por lo que sería conveniente cepillarlos con mayor frecuencia durante esa estación.
Ejercicio
Aquellos que quieran un kelpie australiano como mascota deben tener en cuenta que se trata de un animal que necesita quemar mucha energía. Si no lo hace, podría tener un comportamiento algo destructivo con lo que le rodea. Pero no temas, lo bueno es que son fáciles de adiestrar para realizar multitud de tareas como, por ejemplo, casi cualquier deporte canino, labores de búsqueda y también de rescate.
Como dijimos antes, el kelpie necesita dar salida a su energía mental y física con ejercicios diarios que le cansen bien, si no, lo hará por si mismo con comportamientos que pueden incluir roer, cavar u otras acciones destructivas. Bastará con enseñarle nuevos trucos, ordenarle cosas y hacerlo correr y correr. De este modo se mantendrá calmado y feliz.
Estos requerimientos tan altos de energía y ejercicio podrían convertirles en una raza poco adecuada para la vida en un piso, sobretodo si se les deja solos por largos períodos de tiempo. Eso sí, pueden adaptarse bien si cuentan un dueño diligente, que esté presente y los mantenga con una alta actividad física diaria.
Recuerda que sus instintos necesitan ser apaciguados y canalizados adecuadamente desde cachorros, de lo contrario, pueden terminar atosigando a niños, a otras mascotas e incluso a nuestros invitados. Aunque con un buen entrenamiento, serán compañeros leales y buenos guardianes.
El entrenamiento debe comenzar desde edades muy tempranas, especialmente el entrenamiento de socialización ya que, el kelpie australiano, puede ser muy territorial, además, su instinto natural de pastoreo puede llevarlo a morder. Estas cualidades, sin embargo, lo convierte en un buen perro guardián de forma prácticamente natural.
Sin entrenamiento puede ser bullicioso y difícil de manejar, por eso, con una orientación adecuada, sus tendencias problemáticas, pueden redirigirse a reforzar habilidades enormemente útiles, algo que es bastante fácil gracias a su inteligencia.
Los kelpies australianos son capaces de aprender a realizar tareas de búsqueda y rescate, trabajo de detección, trabajo de terapia, tareas de perros guía, deportes caninos de agilidad y mucho más.
Aunque los kelpies se utilizan típicamente para trabajar, pueden ser mascotas cariñosas siempre y cuando estén bien entrenadas y tengan tareas que los mantengan mental y físicamente estimulados.
Si piensas adoptar un kelpie australiano, asegúrate de que estás preparado para darles la formación y el ejercicio que necesita, esto será provechoso para proporcionar un entorno de vida seguro y positivo, tanto para la familia como para el perro.