Primero tenemos que pensar en las relaciones. Los humanos echan en falta a otros humanos porque existe un vínculo emocional entre las personas. Los perros también tienen un vínculo emocional con los humanos, solo que es difícil identificar los sentimientos de los perros.
Para averiguarlo se realizó un estudio con diferentes perros introduciéndoles en una máquina de resonancia magnética. El experimento consistía en hacerles olfatear una serie de olores para poder estudiar su actividad cerebral. El conjunto de olores constaba de 5 muestras: el propio olor del perro, el de un perro conocido, el de un perro extraño, el olor de una persona conocida y el de una persona desconocida. Lo que descubrieron es que una región específica del cerebro, responsable de la alegría y recompensa, se activó cuando el perro sintió la presencia de una persona conocida a través de su olor. El perro tenía una asociación positiva con la persona conocida. ç
Es difícil saber si un perro echa de menos al dueño cuando sale de casa o si solo sienten la falta de la compañía de alguien conocido.
Otro estudio mostró cómo los perros reaccionan a diferentes tipos de familiaridad según sea el dueño, una persona de la familia conocida o un extraño. En la prueba, el perro va detrás de la puerta en que el dueño se encuentra el dueño, dejando de lados las de las otras personas. Por lo que este estudio pudo demostrar que el perro prefiere al dueño.
Pero, ¿los perros saben por cuánto tiempo han estado solos? ¿Los perros tienen percepción del tiempo? Otro estudio comparó cómo los perros reaccionan de acuerdo al tiempo al que se les deja solos. Después de dos horas, los perros vinieron a saludar al dueño con más intensidad que cuando pasaron apenas 30 minutos en soledad. La prueba se repitió aumentando el tiempo a cuatro horas y la reacción fue similar a cuando pasaron dos horas solos.
La conclusión de estos estudios es que sí, los perros sienten la ausencia del dueño.