Esa es nuestra pequeña Jully, la hija mayor de la familia. Ella es de la raza Lhasa apso, originada del Tíbet, donde es considerado sagrado, pues era el perro de los monjes.
Hay una leyenda que dice que a la persona a la que han regalado un Lhasa Apso es feliz y tiene suerte para el resto de la vida. Los monjes regalaban reyes y nobles para traer buena suerte. La leyenda o no, Jully entró en nuestra vida y todo cambió. Fue a causa de ella que creamos una fundación benefica (que no citaremos ahora para no hacer apología de la misma..) Pero sin duda, con ella hemos vivido la mayor experiencia de todas, emprendiendo con mucho propósito, sentido y dedicación.
Hoy hace 14 años que está con nosotros ¡Cómo pasa el tiempo! Y cuántas cosas hemos vivido … ¡Enhorabuena pequeña! Esperamos poder seguir disfrutando de su compañía por muchos años todavía. La verdad es que la historia de los monjes no me la acabo de creer…jajaja. Pero la verdad es que contigo vivimos mucho mejor y más felices de lo que éramos. Puede parecer ridículo dedicar unas palabras desde aquí para ella, pero sin duda si ella pudiera leer este artículo dos palabras serían suficientes para expresar nuestros sentimientos:
¡¡¡Te amamos!!!
